sábado, 7 de junio de 2008
Este es mi gato siamés.
Se llama Walkie-Talkie.
A uno le gusta caminar, al otro le gusta hablar. A ambos, les encanta revolcarse en el césped.
Esta foto se la saqué en Enero.
Hace una semana, cuando Walkie daba su paseo vespertino, un auto le pasó por encima, y lo mató al instante.
A Talkie, desde entonces se lo ve medio triste. Habla poco. Se ve que extraña a su hermano.
No es para menos.
Lo bueno de esta historia, es que al menos se murió el gato que disfrutaba de caminar. Me imagino que hacer lo que más te gusta, con tu hermano muerto colgando de tu cabeza no es precisamente divertido, más aún si se trata de dar un paseo por la tarde.
Mientras escribo esto, Talkie me mira.
Me parece que mejor lo saco afuera. Está empezando a oler muy mal aquí dentro.
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